¿Habilidades duras y blandas? La eterna pregunta no es tan fácil de contestar. La comunicación, el liderazgo y la empatía son ejemplos de habilidades blandas y algo que las empresas buscan entre sus trabajadores.
Por otro lado, también tenemos las habilidades duras o técnicas como los idiomas, conocimientos de programación o dominar tecnologías como la IA o la ciberseguridad.
Pero, ¿qué es más importante y cuáles son más importantes? A continuación, intentaremos aclarar la respuesta analizando las diferencias entre habilidades duras y blandas y por qué es importante contar con ambas.
Habilidades duras y blandas: ¿Qué buscan las empresas?
Dominar la tecnología, saber programar o tener conocimientos técnicos son factores determinantes a la hora de ser contratados por las empresas y una característica que los reclutadores valoran cada vez más.
No obstante, hay algo tan importante que saber dominar la tecnología, nos referimos a las habilidades blandas o características interpersonales como la empatía, dotes comunicativas o la organización, entre otras.

Y es que aunque las habilidades duras son importantes, las empresas más exitosas saben que las blandas son las que ayudan a establecer relaciones más duraderas con compañeros y clientes. De hecho, no hay que subestimar ninguna frente a otra, ambas son importantes.
Las habilidades duras o hard skills ayudan a una persona a encontrar un trabajo y a desempeñarse en él, de ahí que se llamen técnicas. Por otro lado, las habilidades blandas o soft skills son necesarias para interactuar con los demás y trabajar en equipo.
Las 5 habilidades duras y las 5 blandas más buscadas por las compañías
Las habilidades interpersonales son muy valoradas por la mayoría de directivos y empresarios, más del 93% de ellos afirma que son un factor clave a la hora de contratar a una persona.
Este dato es fácilmente comprobable cuando vemos las encuestas e informes de empresas como Linkedin donde recogen la importancia de estas habilidades sociales. Entre las más buscadas están el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la flexibilidad.
Lo que no quita que las empresas también busquen candidatos con conocimientos técnicos. Según una encuesta de Linkedin, las 5 habilidades técnicas más demandadas de 2023 son:
- Desarrollo de software.
- SQL.
- Finanzas.
- Python.
- Java.
Casi todos conocimientos tecnológicos y 3 lenguajes de programación. Por algo será.
En cambio, las 5 habilidades blandas más demandadas son las siguientes:
- Gestión.
- Comunicación.
- Atención al cliente.
- Liderazgo.
- Ventas.
Mientras que las habilidades duras son importantes para desempeñar responsabilidades específicas, las habilidades blandas son muy valoradas por los ejecutivos y pueden tener un impacto significativo en la capacidad de una persona para trabajar eficazmente en equipo, comunicarse con los demás y adaptarse a nuevas situaciones.
Como veremos más adelante, para destacar es esencial desarrollar y mantener un equilibrio entre ambos tipos de habilidades.
Resulta que las habilidades duras y blandas son una cuestión prioritaria para las organizaciones y algo que buscan que tengan sus empleados, tanto los actuales como los que contraten en un futuro. Pero, ¿hasta qué punto es importante cada tipo y cuáles son las más demandadas?
¿Por qué las habilidades blandas son tan valoradas?
Las competencias interpersonales son habilidades y capacidades difíciles de medir y de definir. En general, son habilidades interpersonales que ayudan a las personas a llevarse bien, a relacionarse entre sí y a comunicarse y colaborar eficazmente.
Están relacionadas con la forma en que una persona interactúa con los demás, gestiona su tiempo y maneja sus emociones y acciones.
Las habilidades interpersonales, son difíciles de formar explícitamente e incluyen aspectos como el carácter, la capacidad de trabajar en equipo y la comprensión general de la cultura de la empresa y la participación en ella.

Los empleados que acaban de incorporarse al mercado laboral o que se encuentran en la transición a una nueva carrera pueden tener dificultades con la gestión de estas habilidades interpersonales.
Mucha gente joven con poca experiencia o que se incorpora al mercado laboral puede tener problemas sociales, pero esto es debido a la falta de experiencia.
Afortunadamente, las habilidades blandas pueden ser aprendidas y gestionadas.
Ejemplos de habilidades blandas:
- Empatía.
- Creatividad.
- Persuasión.
- Colaboración.
- Pensamiento estratégico.
- Resolución de problemas.
- Comunicación activa y saber escuchar.
- Puntualidad y organización.
- Trabajo en equipo.
¿Qué son las hard skills?
Las habilidades duras son mucho más fáciles de cuantificar y medir que las blandas. Son cosas para las que se forma específicamente a los empleados, como un fontanero que aprende a arreglar un grifo que gotea o un programador domina un lenguaje de programación.
A través del trabajo continuo, la experiencia, la formación en el puesto de trabajo y el ensayo-error, las competencias duras son la columna vertebral del trabajo.
De ahí que hasta hace poco las organizaciones sólo se preocupaban por estas habilidades. Hasta ahora. Ahora tanto las blandas como las duras son demandadas por igual.
Diferencias entre soft skills y habilidades blandas
Las habilidades duras son fáciles de medir y definir, mientras que las blandas son un poco más difíciles de medir o concretar, de ahí que hasta hace unos años no estuviesen tan bien vistas.
Y es que mientras las habilidades técnicas se pueden valorar objetivamente, incluso con programas de business intelligence que mide el rendimiento, las soft skills no es algo que se puede clasificar fácilmente, al menos de forma objetiva.
Piensa en un conocimiento o dominio sobre un área técnica en concreto; programar, tener conocimientos de IA son algunos ejemplos de habilidades duras y algo que puede ser medido y clasificado.
Son características específicas para hacer un trabajo concreto y pueden aprenderse en una escuela o algo enseñado en el puesto de trabajo.

Por otro lado, tenemos las habilidades blandas que a menudo no sólo se aplican a un trabajo específico, sino que son universales. De hecho, cada vez más reclutadores y busca-talentos valoran más.
Es algo que el personal de RRHH podría definir o llamar «don de gentes». Algunos ejemplos son la empatía, la creatividad, la adaptabilidad y la colaboración, pero hay muchas más.
Las habilidades duras y blandas no son excluyentes, sino que se complementan entre sí. Las duras ayudan a una persona a encontrar un trabajo y a desempeñarse en él, mientras que las blandas son necesarias para interactuar con los demás y trabajar en equipo.
Por ejemplo, un programador puede tener habilidades duras en programación, pero si carece de habilidades sociales o interpersonales como la comunicación efectiva, puede tener dificultades para trabajar en equipo y colaborar con otros departamentos.
La clave es poseer ambos tipos de habilidades y formarse para crecer laboralmente. ¡Tu carrera profesional te lo agradecerá!
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