Las perspectivas de la economía mundial en 2023 no son tan malas como se esperaban ya que se situará en un 2,9 %, según datos publicados por el FMI o Fondo Monetario Internacional en sus proyecciones macro publicadas este pasado 30 de enero.
En este informe de inicios de año, el FMI estima que el crecimiento económico mundial para este 2023 no será tan malo como calculó en octubre de 2022 cuando todo apuntaba a un 2,7%.
Este pequeño repunte del 0,2%, estimado anteriormente en octubre, se debe a un modesto crecimiento del 1,2% en las economías avanzadas como China o EE.UU., entre otros países.
Eso sí, el incremento de la economía global durante el presente año seguirá siendo históricamente flojo, debido a que la lucha contra la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania lastran la actividad.
La economía mundial en 2023: no tan mala como se esperaba
A la luz de estos nuevos datos, el FMI también rebajó su previsión de crecimiento del PIB para España del 1,2 % al 1,1 % en 2023, y del 2,6 % al 2,4 % en 2024.
En Europa la situación es similar y el FMI descarta que países como Alemania o Francia entren en recesión, con datos de un 0,1 % y un 0,7 %, respectivamente.
Curiosamente, España es el país europeo con mejores perspectivas económicas para este año, a pesar de quedarse en un 1,1 %.
Desde la organización financiera internacional apuntan que nuestro país se distanciará del resto de los países de la eurozona en 2024 y 2025.

El motivo de pequeña mejora de la economía de la eurozona se debe, en gran parte, a las constantes subidas de los tipos de interés y un control férreo del Euríbor y del precio del dinero.
Las políticas impuestas por el BCE para controlar la inflación parece que están dando resultado, lo que no quita que los ciudadanos y las empresas sean los que sufran las consecuencias de estas medidas.
Retos y riesgos para la economía mundial este año
Según las previsiones del órgano situado en Washington, el crecimiento económico mundial se mantendrá estable en el 2,9% en 2023, antes de aumentar al 3,1% en 2024, siempre que no se produzcan acontecimientos imprevistos que frenen la recuperación.
La situación actual en la que se encuentra la economía mundial es especialmente precaria, y la prioridad sigue siendo lograr una desinflación sostenida.
Y es que la subida de las tasas de interés de los bancos centrales (BCE o FED) para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania continúa lastrando la actividad económica, a pesar de contenerla ligeramente.
Entre los riesgos y retos que se esperan para la economía global este 2023, el FMI apunta los siguientes:
- Una evolución sanitaria severa en China.
- La guerra de Rusia en Ucrania.
- Un endurecimiento de las condiciones mundiales de financiamiento.
En caso de empeorar las 3 o alguna de estas situaciones, podría agudizar las tensiones por sobreendeudamiento.
En este sentido, los mercados financieros también podrían determinar súbitamente los precios en respuesta a novedades adversas en cuanto a la inflación, en tanto que la fragmentación geopolítica
podría frenar el progreso económico.
Lo que nos espera para finales de 2023, si no ocurre nada malo, es una ligera mejora de las condiciones comerciales y económicas que pueden ser la base para que el crecimiento global para 2024 sea mejor del esperado.