EEUU denuncia a Google, como empresa matriz de Alphabet, a través del Departamento de Justicia por supuestas prácticas ilegales monopolísticas en el sector del marketing digital y la publicidad online.
A la querella legal del gobierno de Joe Biden se le han sumado ocho estados (Virginia, California, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y Tennesse) que acusan al buscador de violar la conocida Ley Sherman Antimonopolio.
Esta segunda demanda se hizo pública el martes 24 de enero de 2023, exigiendo como solución la división del negocio de tecnología publicitaria de Google.
EE UU denuncia a Google y junto a 8 estados acusan al buscador
De acuerdo con la demanda presentada el pasado martes 24 de enero, EE UU acusa a Google por abuso ilegal para dominar el mercado de la publicidad online.
Así, lo ha confirmado las declaraciones de Marrick Garland, el fiscal general estadounidense que aseveró que «declara ilegal todo contrato, combinación y conspiración que límite irrazonablemente el comercio interestatal y extranjero«.
En concreto, se refiere a que el gobierno considera ilegal «acuerdos entre competidores para fijar precios, arreglar licitaciones y repartirse clientes, los cuales son punibles como delitos mayores.»
El monopolio de Google acapara una cantidad significativa del mercado, creando un daño a los anunciantes que pagan más y a los creadores de sitios web que ganan menos por la publicidad respecto a lo que se registraría en un ambiente competitivo.
El mercado de publicidad digital de Estados Unidos está evaluado en 280.000 millones de dólares, siendo Google el líder global valorado por la consultora E-Marketer en 626,86 mil millones de dólares este 2023.
Además de la publicación de la demanda, los Fiscales Generales de Virginia, California, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y Tennesse se han sumado a la denuncia a Google.
Los representantes de justicia de estos 8 estados exigieron a un juez que ordene desmantelar la división de publicidad de Google.
Esta acción busca recuperar la competencia que se ha visto afectada por el imperio publicitario de la compañía.
Esta reciente demanda se une a otra presentada en 2022, la cual acusaba a Alphabet de usar perjudicialmente los contratos con otras compañías para agrandar su mercado. Otras acusaciones son de defender y expandir su posición de monopolio en el sector de la publicidad.
Además del Fiscal General, la entidad Federal Trade Commission o FTC comenzó a investigar la situación competitiva de Google.
Reacciones de Google ante la denuncia del gobierno de EEUU
Google se ha defendido argumentando que la competencia dentro del sector no se ve afectada por su dominio en este campo. Por otro lado, también declara que Alphabet ofrece a todos los competidores las mismas herramientas para generar publicidad.
El Grupo de Protección al Consumidor de Google, indicó que «el monopolio de la empresa beneficia a los usuarios«, ya que ofrece servicios y contenido que no estaría disponible si no fuera por la hegemonía de la compañía.
Por otro lado, los ocho estados demandantes argumentan que el monopolio de Google crea una situación crítica para la economía nacional.
La periodista, Angela Moscaritolo, especializada en tecnología y una referente en el país, comentó que debido a la baja competencia los precios se inflan para el anunciante y se desploman para el creador de páginas web.
A pesar de las declaraciones del buscador, esta 2º demanda es un indicador de que tiene que cambiar su modelo de mercado. Los procedimientos judiciales son prolongados y pueden llevar a Google a una dirección por la cual tendría que dividir su división de publicidad.
Para el año 2026 puede estallar una batalla mayor con el Congreso de EE. UU., el cual notificó recientemente el monopolio de las tecnológicas Google, Amazon, Apple y Facebook, y prometió mano dura contra las empresas que forman el grupo conocido como GAFAM.
La decisión de la corte sucederá en los próximos meses. Esta 2º demanda se suma a las diversas investigaciones llevadas a cabo durante los últimos años. Incluso la Unión Europea, ha exigido a Google cambios significativos en las prácticas impuestas.