Alemania se ha convertido de facto en la tercera potencia económica mundial, desplazando a Japón de ese puesto. La economía alemana está a punto de superar a la nipona, pese a la crisis que vive la otrora ‘locomotora del crecimiento europeo’.
Y es que este movimiento sucede en un momento en el que la mayor potencia económica de Europa está en recesión técnica. El PIB de Alemania lleva meses a la baja y no consigue remontar, de hecho, las previsiones que es su PIB retrocederá, previsiblemente, un 0,5% este 2023.
Alemania se convierte en la tercera potencia económica mundial: ¿Cómo y por qué?
Para entender la importancia de este «sorpasso» económico primero debemos poner la situación actual en contexto.
2023 es un año para olvidar, al menos para Alemania, ya que entró en recesión, según datos del FMI y el Bundesbank. Lo peor de todo es que las previsiones para el 2024 no son del todo buenas, ya que se calcula un 0,9% de crecimiento de su PIB.
El informe general del FMI realizado el pasado mes de julio alertaba del estancamiento de la economía de muchos países, entre ellos Alemania.
Esta situación viene provocada, en parte, al «endurecimiento de la política por parte de los bancos centrales» como el BCE o la FED que restringen «la actividad económica«, según el organismo mundial.
Las últimas proyecciones del FMI o Fondo Monetario Internacional estiman que el producto interior bruto nominal de Alemania será de 4,43 billones de dólares este 2023 a comparación de los 4,23 billones de dólares de Japón.
Lo curioso de todo es que pese a la recesión técnica germana le sirve para superar a Japón y colocarse como tercera potencia económica mundial.
La explicación se debe a varios factores, siendo las divisas la clave de ellos. Lo primero que debemos entender es la distinta divergencia de las políticas monetarias entre la zona euro y Japón.
La política en ambas regiones impacta directamente en sus divisas y, por ende, en el tamaño de sus economías cuando se denominan en dólares.
La debilidad del yen nipón es la clave de la decadencia de la economía de Japón
El yen japonés ha estado debilitándose frente al euro y al dólar, lo que ha ayudado a impulsar la economía alemana.
La debilidad de la moneda nipona ha sido causada por la política monetaria del Banco de Japón, que ha estado tratando de estimular la economía mediante la reducción de las tasas de interés y la compra de bonos gubernamentales.
Esta política de apertura no ha funcionado del todo bien y ha relevado al país del Sol Naciente al 4º lugar como economía más poderosa.
A esto se le suma que la economía japonesa lleva estancada durante muchos años. Japón ha estado luchando con la deflación y el bajo crecimiento durante más de 20 años, y lo ha pagado con un peaje económico importante.

A todo lo anterior se añade que la política monetaria de la zona euro ha beneficiado a Alemania. La política económica de la EU ha sido más restrictiva que la nipona, que no ido en paralelo con las políticas de la FED o la Reserva Federal de EE.UU., y el resultado es que el euro tiene una mejor apreciación que el yen.
El poderío industrial de la «locomotora europea» es definitivo
Por si fuera poco, se suman otros factores como el energético y el industrial. La economía germana se ha caracterizado por un crecimiento sostenido en los últimos 5 años, lo que ha llevado a ser la 3º potencia mundial.
Por otro lado, la fortaleza industrial de la «locomotora europea» es clave en el contexto mundial. De hecho, el sector industrial representa alrededor del 26,6% del PIB nacional y emplea al 27% de la población activa que la convierte en el Estado más industrializado del continente.
Además, Alemania ocupa un lugar importante en el sector de las mayores ferias comerciales del mundo con alrededor de dos tercios de las mismas celebradas en ciudades como Hannover, Múnich, Fráncfort del Meno y Berlín.
En cuanto a las exportaciones, Alemania demuestra su potencial siendo con China y Estados Unidos, 1 de los 3 países que más exportan en el mundo. En 2022, Alemania exportó bienes por 1.576.000 millones de euros. El porcentaje de exportación fue de casi el 50,3 por ciento.
Por todo ello, no es de extrañar los datos que confirman que la economía nipona ha pasado tiempos mejores. Con todo, la bajada al 4º puesto demuestra la importancia y el peso que tiene el país en la economía mundial y debería ser un «toque de atención» para que sus autoridades intenten revertir dicha situación.
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