La inflación, el IPC y el encarecimiento del coste de la vida, la energía y la cesta de alimentos ha sido una constante este 2022 que está a punto de acabar. Afortunadamente, el año cierra con el IPC de diciembre en 5,8%, el nivel más moderado desde julio, tal y como indica el INE en su último informe de este año.

El IPC de diciembre alcanza el 5,8% y se queda con el nivel mínimo de 2022

A pesar del descenso general de los precios durante estos dos últimos meses, los alimentos se han encarecido tanto este año que el gobierno ha tenido que tomar medidas para bajar el IVA de productos básicos como el pan, el aceite o la leche, uno de los alimentos que más ha subido.

No solo la cesta de la compra ha subido una barbaridad, lo mismo ha sucedido con los carburantes, la energía, los alquileres e hipotecas variables como consecuencia de las subidas del Euríbor o el incremento más reciente de tipos de interés aprobado por el BCE el pasado 15 de diciembre.

Las medidas tomadas por la UE han tenido efecto, pero han llegado tarde. De hecho, la luz y los carburantes fueron los principales responsables de la moderación de la inflación a nivel general de diciembre, aunque la inflación subyacente, que excluye los productos energéticos y alimentarios más volátiles, subió tres décimas hasta el 6,9%.

Ligero descenso de los combustibles y del precio de la electricidad

A pesar del repunte de la inflación en noviembre, los precios de la electricidad y carburantes a nivel general moderaron su subida, algo que contribuyó al descenso del IPC hasta el 5,8%.

Según las cifras publicadas por el INE, los combustibles se moderaron un 0,7 durante el mes, con los precios de la gasolina y la gasóleo comercial cayendo en un 6,8% y un 5,2% respectivamente. Además, el servicio de electricidad también disminuyó algo, con un descenso del 0,9%.

A pesar de que los precios de los productos de primera necesidad bajaron en 0,2%, los precios de harinas, aceites y golosinas se incrementaron en un 7,6%, un 5% y un 4,5% respectivamente. Una tendencia que se ha repetido durante el año pasado, con el consumo en los hogares llegando a ser un 12,5% más alto que el año anterior, según el INE.

Además, los precios de la fruta también se vieron moderados a un 2,6%, la mitad de lo que habían subido en la segunda mitad de 2022. Esto se debió en parte a la llegada de productos de temporada a la mesa de los españoles, algo que contribuyó a moderar un poco los precios aunque este aumento sea menor al que se esperaba.

Inflación prevista para 2023 y 2024

En cuanto a la inflación prevista para 2023 y 2024, desde el BCE y del BdE (Banco de España) predicen que será relativamente moderada con respecto a este 2023. El IPC de España para el 2023 es del 4% con una bajada al 2,1% para 2024.

Mientras en el resto de la Eurozona, las previsiones son similares con un 3,8% de media en 2023 y 2,5% para 2024.

Esto se debe en gran parte al hecho de que se espera que muchos factores clave de la inflación, como los precios de las materias primas, se estabilicen.

Además, se espera que la política monetaria siga siendo relativamente prudente, lo que no quita que el BCE avise de que puede seguir subiendo los tipos de interés para mantener la inflación bajo control.

Teniendo todo esto en cuenta, es probable que la inflación se sitúe entre el 4 y el 2,5 en los próximos dos años. Esto significa que, aunque es probable que los precios aumenten en los próximos dos años, no lo harán a un ritmo excesivamente preocupante.

Por Ivan C

Editor en Unidema, https://www.superacion.net/